Gracias, Juanfra, por recomendarnos un libro de un tema tan interesante.
¿Imagináis, gente madura, que aquél viejecillo decrépito de ojos porcinos, cascarrabias, con una mano siempre en el bolsillo y la otra temblorosa, que os reñía cuando jugabais en la calle, fuera Hitler?
Cosas más raras se han visto.Dice Frattini que dijo Eco:El escritor Umberto Eco, en su magnífico ensayo Confesiones de un joven novelista (2011), habla de la supuesta huida de Hitler desde un punto de vista muy interesante. Eco afirma:
Así pues, permítanme usar la expresión «verdades enciclopédicas» para todos los elementos de conocimiento común que salen en una enciclopedia (como la distancia de la Tierra al Sol o el hecho de que Hitler murió en el búnker). Doy por ciertas esas informaciones porque me fío de la comunidad científica, y acepto una especie de «división del trabajo cultural» por la que delego en personas especializadas la labor de demostrarlas. Pero las afirmaciones enciclopédicas también tienen límites. Están sujetas a revisión, ya que por definición, la ciencia está siempre dispuesta a reconsiderar sus propios descubrimientos. Si mantenemos la mente abierta, tenemos que estar dispuestos a revisar nuestras opiniones sobre la muerte de Hitler en cuanto se descubran nuevos documentos [...]. De hecho, la circunstancia de que Hitler muriera en un búnker ya ha sido puesta en tela de juicio por algunos historiadores. Es concebible que Hitler sobreviviera a la caída de Berlín en manos de los Aliados y escapara a Argentina, que ningún cadáver fuera quemado en el búnker o que el cuerpo incinerado fuera de otro, que el suicidio de Hitler fuera inventado por motivos de propaganda por los rusos que llegaron al búnker o que el búnker no hubiera existido jamás en absoluto, ya que su localización exacta sigue siendo asunto de debate [...]. Toda afirmación relativa a verdades enciclopédicas puede, y a menudo debe, ser comprobada en términos de legitimidad empírica externa (de acuerdo con ello, diríamos «facilíteme pruebas de que Hitler realmente murió en el búnker»).
Date cuenta: los yanquis, los ingleses y los rusos recitando la Historia... y algún barón Munchausen dándole forma escrita. Qué Mundo…