Aventuras de Allan Quatermain Haggard, H. Rider |
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Saga: Allan Quatermain - 2 Título: Aventuras de Allan Quatermain Autor: Haggard, H. Rider ISBN: 9788475744384 Año de publicación: 1953 Recomendado por: Maese (anodina.info) Calificación: 7,77 Popularidad: 4112 votos |
Quatermain, guía y cazador en safaris en África, fue quien acompaño a la expedición que logro descubrir las míticas minas del Rey Salomón, que según decían las leyendas estaban llenas de diamantes. Después de su hallazgo volvió a Inglaterra donde su hijo le esperaba. Tanto tiempo había pasado Quatermain en plena naturaleza, entre fieras y nativos, estudiando sus costumbres, respirando el aire fresco, la libertad y el peligro de las noches africanas, que ahora de regreso en su civilizado Londres de rigurosa etiqueta, el cielo gris de la ciudad se le venia bajo. La llamada de la selva era cada vez más imperante, demasiado poderosa e imposible de callar. Dos días después de la prematura muerte de su hijo, lo único que lo ataba a la tediosa civilización, el corazón de este viejo cazador se rebela contra la rigidez del mundo victoriano. En el salón con los entrepaños de roble de su mansión, reunido con sus viejos compañeros de aventuras, Quatermain propone su empresa: partirán hasta África tierra adentro desde la falda del monte Kenia, hacia el territorio no explorado del lago Laga, en busca de los miembros de la misteriosa raza blanca, que según cuentan las leyendas, habita en el corazón de África. Perseguidos por los fieros masais y con la ayuda del gran guerrero zulu Umslopogaas y su terrible hacha, los audaces aventureros llegan por fin después de grandes peligros al reino de Zu-Vendis, el reino perdido del Sol, un país maravilloso del que acaso no puedan o no quieran regresar. Al entrar en el reino de Zu-Vendis, Allan Quatermain y su amigos encuentran una civilización desconocida, aislada de la humanidad, cuya capital, Milosis, era una ciudad surgida por la mente de un poeta. Dos hermanas reinan en una nación de blanco en medio del África negra, pero el desastre parece estar muy cerca. |